¿Castrar o esterilizar modifica la conducta de mi mascota
La siguiente información ha sido cuidadosamente revisada por veterinarios profesionales, asegurando que sea precisa, actual y útil para el cuidado de tu mascota.
Cuando pensamos en esterilizar o castrar a nuestra mascota, surgen muchas dudas y preocupaciones: ¿le provocará tristeza?, ¿se volverá más agresiva?, ¿perderá su “esencia”? Estos mitos, aunque comunes, no siempre están respaldados por la ciencia.
Además, existe la creencia de que los animales deben tener al menos una camada o experiencia reproductiva antes de ser esterilizados, especialmente en el caso de las hembras. Sin embargo, esta idea carece de fundamento médico y puede incluso poner en riesgo su salud.
En esta entrada, nos enfocaremos en entender cómo afecta realmente la esterilización o castración al comportamiento de perros y gatos, y aclararemos cuáles conductas pueden modificarse, cuáles no, y en qué situaciones estos procedimientos son más recomendables.
Efectos de la castración en machos
Durante la castración se eliminan los testículos, lo que provoca una disminución significativa en la producción de testosterona, una hormona que influye directamente en varias conductas sexuales y sociales del animal. Sin embargo, es importante saber que la cirugía no es una solución mágica para todos los problemas de comportamiento, y su efectividad varía según el caso.
Conductas sexuales inapropiadas
Estudios han demostrado que la castración puede reducir significativamente la monta excesiva, el vagabundeo en búsqueda de hembras y el interés excesivo en perros en celo. Estas conductas, al estar ligadas a la testosterona, tienden a disminuir una vez que la hormona deja de producirse en grandes cantidades.
Marcaje con orina
El marcaje territorial con orina es una conducta común en machos no castrados. Tras la cirugía, muchos animales muestran una reducción notable del marcaje dentro del hogar. Sin embargo, esta conducta puede persistir en la calle, especialmente si hay estímulos olfativos intensos que provocan esa respuesta. Esto no significa que la castración haya “fallado”, sino que el comportamiento también tiene un componente aprendido y ambiental.
Agresividad
En algunos casos de agresividad entre machos o contra personas, la castración puede ser útil como parte de un plan integral de modificación de conducta. No obstante, por sí sola no resuelve problemas complejos de agresividad, especialmente si estos están relacionados con miedo, ansiedad o falta de socialización. Por ello, se recomienda trabajar con un etólogo o educador canino después del procedimiento.
Otras conductas
Problemas como la hiperactividad, miedos, fobias o trastornos compulsivos no mejoran con la castración. Estas conductas requieren evaluación y tratamiento conductual, no hormonal.
Efectos de esteriliación en hembras
En las hembras, la esterilización (ovariohisterectomía) implica la extirpación de los ovarios y, a veces, del útero. Esto provoca una disminución de hormonas como el estrógeno y la progesterona, responsables del ciclo reproductivo.
A diferencia de los machos, los cambios conductuales positivos en hembras suelen ser más limitados, y en ciertos casos, la cirugía puede incluso mantener o agravar comportamientos indeseados si no se realiza en el momento adecuado.
Agresividad
Cuando una perra muestra signos de agresividad hacia personas u otros animales antes de la pubertad, la esterilización temprana no corrige el problema, e incluso puede hacerlo más persistente. Por el contrario, si la agresividad es cíclica y aparece durante el celo (agresividad intersexual), la esterilización puede ser una opción útil para eliminar ese patrón.
En cualquier caso, se recomienda realizar una evaluación individual con un médico veterinario o etólogo, antes de tomar decisiones definitivas.
Recomendaciones finales
Castrar o esterilizar a una mascota es una decisión responsable que no solo contribuye al control de la sobrepoblación, sino que también puede tener beneficios importantes para la salud, como prevenir infecciones uterinas, tumores mamarios o testiculares.
Sin embargo, es fundamental no hacerlo con la única intención de cambiar su comportamiento. Cada mascota es única, y los cambios de conducta dependen de muchos factores: genética, entorno, socialización y educación.
Consulta siempre con un médico veterinario de confianza, quien podrá asesorarte según la edad, condición de salud y comportamiento específico de tu mascota.
🧠 Sabías que…?
🧠 La testosterona no solo influye en el comportamiento sexual, también afecta la dominancia y competitividad entre machos.
🐾 Algunos estudios indican que hasta el 60% de los perros machos reducen su marcaje urinario dentro de casa después de ser castrados.
🐶 La esterilización temprana (antes del primer celo) puede reducir hasta en un 90% el riesgo de tumores mamarios en perras.
👃 El olfato canino es tan poderoso que, incluso sin testosterona, los estímulos olfativos pueden seguir generando comportamientos como el marcaje.
🐕🦺 Machos castrados aún pueden montar, pero lo hacen como una conducta social o lúdica, no sexual.
❌ Castrar o esterilizar no vuelve “tristes” a los animales. Esto es un mito sin base científica; lo que influye es el entorno y cómo los tratamos.
💉 En gatos, la castración también reduce peleas, maullidos y marcaje con orina, especialmente en ambientes con múltiples felinos.
Referencias
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